Oraciones a San Benito
San Benito de Palermo también se le conoce como San Benito o Benedicto el Africano, el Negro o Moro. Nació en la ciudad italiana llamada Sicilia en el año 1524, fue monje y santo siciliano muy conocido por miles de devotos, muere a los 63 años en la ciudad italiana de Palermo en el año 1589.
Su origen y piel negra son de origen africano, siendo hijo de esclavos, se cree que sus padres fueron llevados desde África hasta Mesina para trabajar en una plantación. Recibió la libertad de sus amos desde el momento de su nacimiento, en sus primeros años de vida San Benito de Palermo se ganó la vida como pastor.
Cuando contaba con 20 años de edad, Benito conoció a un grupo de ermitaños que seguían las reglas de San Francisco de Asís. Termino uniéndoseles atraído por las ideas del Santo, para el año 1524 los ermitaños se fueron y esté aprovecho para ingresar en el Convento de Santa María de Palermo.
Gracias a su nivel analfabetismo se le otorgó quedarse en la cocina del convento. Desde allí se pudieron ver: su humildad, su Piedad y se conocieron varios milagros de sanación más que todo, dándole gran fama que posteriormente lo llevo a prior en el año 1578. También fue maestro de novicios, para después volver a ser cocinero del convento, ya que sus comidas le dieron la fama de Taumaturgo.
Días de Devoción a San Benito de Palermo
Su fiesta la celebra en algunos países el 4 de abril, pero también la celebran en Cabimas los 27 de diciembre y los 4 de enero. La devoción a San Benito de Palermo se extendió por toda América Latina. Desde México hasta Argentina.
En Venezuela, la devoción hacía esté Santo se extiende por casi todo el territorio venezolano y es celebrado en diferentes fechas. Al Sur del Lago de Maracaibo o Costa Oriental del Lago, en los pueblos de Palmarito, Santa María, San José y San Antonio lo celebran los 27 de diciembre. El 1 de enero en la población de Bobures y el 6 del mismo mes, lo celebran en Gibraltar.
Por otra parte en Colombia, existe un Departamento que lleva su nombre, haciéndolo el santo patrono del pueblo. El nombre de San Benito de Palermo también figura en el Calendario de Santos Luteranos.
San Benito de Palermo nunca ingirió alcohol como muchos lo han pensado, en las tierras montañosas venezolanas en las poblaciones de Mérida, Táchira y Trujillo, lo celebran bebiendo mucho alcohol. Por otra parte en Perú, se encuentra la Iglesia de San Francisco de Asís ubicada en el casco histórico de la capital Lima, la cual los días 4 de cada mes, hace una misa en su honor con procesión incluida. Al igual pasa en la catedral de Ayacucho en Huamanga.
Los Chimbángueles de San Benito
Los Chimbángueles, es la expresión músico teatral que hacen para rendirle ofrendas al Santo negro. Probablemente sean una síntesis echas en tierras venezolanas, ya que la diversidad de culturas africanas traídas por los conquistadores, hizo esto posible. Las culturas Ewe Fon, de Dahomey en Togo, Efik y Efok de Nigeria e Imbangala en Angola, fueron trasplantadas a esta región por el régimen esclavista. Logrando ensamblar a éste rito, música frenética y danzas.
Las mujeres nigerianas de las culturas Efik y Efok, le rinden un culto a la divinidad llamada Aje, a la que exclaman con gritos alebant, alebant, lo mismo ocurre en los Ashanti de Ghana. Cada 21 días ambas culturas le rinden cultos a sus deidades.
Estos ritos de algunas culturas africanas son de carácter de iniciación masculina; algunos ancianos relacionan los cantos y danzas en honor a San Benito de Palermo hechos en Maracaibo. Parte del canto de los Chimbángueles es Ajé, Ajé San Benito, Ajé que lo entonan con el ritmo de los cueros.
Las gaitas de tamboras conocidas hasta nuestros días, son ejecutadas esencialmente por mujeres de esos pueblos venezolanos, donde en la madrugada del día 27 de diciembre salen a celebrar la fiesta de San Benito de Palermo.
La exposición de los Chimbángueles que ahora presenta el Museo de América en Madrid en colaboración con la embajada venezolana en España, trata de reflejar mediante la fotografía lo complejo de éste mundo de rituales hechos hacia San Benito de Palermo.
¿Cuándo debemos hacer oraciones a San Benito?
Conocido como el Santo Negro, este hijo de esclavos hizo varios milagros de sanación durante su vida, lo que conllevo a que se le otorgará el título de santo. Podemos pedirle mediante oraciones, para que nos ayude a sanar de la enfermedad, a salir de obstáculos que la vida nos pone, entre otras cosas..
Oración a San Benito de Palermo para pedirle protección
Glorioso San Benito de Palermo, gran confesor de la fe, con toda confianza vengo a implorar vuestra valiosa protección. Vosotros, a quien Dios enriqueció con dones celestiales, logréis a mí la gracia que ardientemente deseo, para mayor gloria de Dios. Confortéis mi corazón en los desalientos. Fortifiquéis mi voluntad para cumplir bien mis deberes. Seáis mi compañero en las horas de soledad e incomodidad. Me asistáis y guieis en la vida y en la hora de mi muerte. Para que yo pueda bendecir a Dios en este mundo y gozarlo en la eternidad. Con Jesucristo a quien tanto amaste. Amén
Oración a San Benito para protección y para el trabajo
Poderosa oración a San Benito de Palermo
Oh poderoso San Benito, el negro, que acompañáis al Cordero donde quiera que vaya, acuérdate de nosotros que tememos y sufrimos lejos del Señor, peregrinando en esta vida llena de dificultades.
Vosotros, que estáis día y noche delante del trono del Altísimo, que os alegáis en su luz en medio de las fuentes de las aguas vivas, vosotros que nada más teméis por vuestra alma, acuérdate de nosotros.
Nosotros que clamamos y gritamos en los cielos: ¡Sálvanos! ¡Protégenos! ¡Cúranos! ¡Llénanos con su gracia! Amén
Nosotros, que no cesamos de luchar en este cautiverio de nuestro cuerpo, contra enemigos visibles e invisibles de este mundo tenebroso, suplicamos al eterno: ¡Guíanos! ¡Defiéndenos! ¡Vence esta batalla por nosotros! ¡Enciéndenos en su amor!
Sede para nosotros, San Benito de Palermo, el negro, Franciscano siervo del Señor, protector de los cocineros y afro descendientes, también nuestro, solícito intercesor y vigilante manteniendo despierta la memoria del Señor hasta que él nos haga transbordar con su gracia como el agua de una cascada.
Esté con nosotros, San Benito, que por la oración resucitaste las personas y animales, multiplicaste comida, curaste ciegos, lisiados, leprosos, enfermos mentales y muchos otros milagros más. Con su constante intercesión, alcanzáis a mí toda la gracia necesaria. Se pide el favor.
Tengo fe, no seré desvalido, pues la oración del justo es eficaz. Amén y amén.